La Ansiedad por Separación (APS) es un trastorno del comportamiento canino grave. Se presenta cuando el animal no sabe gestionar el estrés que le produce la separación de su propietario, es decir, cuando se quedan solos en casa o al de separarse de alguna de sus personas de referencia. En los casos más severos algunos perros 🐕‍🦺, tan solo con perder el contacto visual con ciertas personas de su entorno más cercano, ya muestran signos de ansiedad.

EL PROBLEMA EN ESPAÑA

En España, el 15 % de los casos de trastorno de comportamiento que se atienden en consulta 👩‍⚕️🩺, corresponden a la APS y tan solo, del 20 al 40 % son remitidos a etólogos o especialistas en comportamiento canino.¿Qué significa esto? Que sin un diagnóstico correcto, poco se puede hacer por modificar la conducta del animal. Cada vez las expresiones de ansiedad son más graves, más destructivas y finalmente, el propietario cansado de la situación puede llegar a abandonar al animal por la impotencia que siente al no poder manejar correctamente la situación.

Otra de las causas habituales de la APS es una mala socialización del animal, donde el propietario tiene mucha parte de culpa al humanizar en exceso al animal y tratarlo en algunas ocasiones como un “bebé humano” 👶 o como “su juguete 🧸exclusivo”. Esto es especialmente frecuente en el caso de las razas toy o de pequeño tamaño, donde a veces el animal jamás ha pisado el suelo porque se pasa la vida en los brazos de su propietaria/o e incluso sale de paseo dentro de un bolso. 👜 El animal es tan dependiente de su propietaria/o que no soporta el hecho de estar si quiera “un poco lejos”.

Casos de este tipo se observan en los hospitales 🏥 cuando por algún motivo de salud el animal necesita quedarse en las instalaciones y se convierte en un auténtico suplicio para el perro y propietaria/o, llegando incluso a agravar su propia patología y el periodo de tiempo que pasa hospitalizado lo hace molestando al resto de pacientes con sus expresiones de ansiedad.

NO CONFUNDAMOS CON… ☝️

La APS puede llegar a confundirse con manifestaciones del perro que pueden parecerse a las ya mencionadas, pero cuya causa es la frustración que tienen de saber que se van a pasar el día solos muy aburridos. Es decir, no son tan dependientes de la presencia de su propietaria/o sino que lo que demandan son las demostraciones de juego y afecto que lógicamente necesitan. Por tanto, es importante tener claro este punto, para no confundir las causas de su comportamiento.

ESTRÉS Y ANSIEDAD 🧑‍🏫

Para comprender mejor lo que sucede en la APS se debe distinguir entre el concepto de ansiedad y el de estrés. El estrés es una respuesta del organismo frente a estímulos que pueden ponerle en peligro. Por tanto no siempre es un concepto negativo ya que es, en cierta manera, una alarma para asegurar la supervivencia del individuo desde el punto de vista evolutivo. Lo que sucede es que a veces la respuesta de estrés es desmedida, sucede ante estímulos que realmente no ponen en peligro al animal, o bien esta respuesta se prolonga demasiado en el tiempo.

En el tema que hoy nos ocupa, lo que realmente se convierte en dañino para el animal es la ansiedad. Una respuesta dañina que provoca un estado emocional negativo que se caracteriza por la anticipación de una amenaza, peligro o daño. Es decir, antes de que suceda el estímulo que provoca la respuesta del estrés, el animal ya está sufriendo por anticipado esa ansiedad. Quizá porque reconoce el patrón de comportamiento repetitivo de su propietario y mucho antes de que éste salga por la puerta, el perro ya comienza a sufrir ansiedad.

SÍNTOMAS DE APS EN PERROS 🐶

👉– Conductas destructivas: generalmente se dan en la casa y las zonas afectadas son aquellas con las que él cree que le pueden permitir reencontrarse con su persona de referencia. No lo hace como venganza, atención, sino como consecuencia de su estado de ansiedad descontrolado.

👉– Excesiva vocalización: el perro emite constantes ladridos, lloriqueos e incluso a veces aullidos.

👉– Eliminación inapropiada: el animal orina y defeca dentro de la vivienda, a pesar de haber salido a la calle para hacerlo. Además, las heces suelen ser blandas y confundir su aspecto con una diarrea.

SÍNTOMAS SECUNDARIOS QUE NO VEMOS 🙈

Además de los síntomas mencionados, debemos estar atentos a otros que son más difíciles de detectar y que son consecuencia de los primeros.

👉– Anorexia: debido a que el perro no come en ausencia de su dueño.

👉– Hipersalivación: el animal babea demasiado debido a su estado de ansiedad y pueden observarse pequeños charcos de saliva en el suelo de toda la casa.

👉– Sudoración: en ocasiones aparecen huellas y marcas de sudor de las patas por toda la casa y especialmente sobre las vías de salida como puertas, ventanas y el marco de las mismas.

👉– Hiperventilación: expresada como un jadeo constante.

👉– Síntomas gastrointestinales: diarreas y/o vómitos.

👉– Lamido excesivo: creando marcas erosivas en la piel, en zonas que han quedado casi sin pelo.

👉– Automutilación: observándose excesivos lamidos, erupciones e incluso heridas en los casos más graves.

👉– Actividad motora alterada: dan movimientos repetitivos, en círculos o realizan constantemente el mismo recorrido.

👉 – Signos de depresión: el animal manifiesta inactividad o apatía.

¿Y POR QUÉ SE DA ESTE PROBLEMA? 🤷

Las causas concretas no están claramente establecidas. Sin embargo, el hecho de que un perro sea un animal social va a ser determinante. Desde el punto de vista evolutivo y de la supervivencia, estar solo puede ser peligroso -igual que para el ser humano-. El grupo o manada significaba -y significa- protección y en él se establecen los vínculos afectivos con los diferentes miembros. La manada del perro doméstico es la familia humana compuesta por todos sus miembros. Esto significa que estar con su manada le confiere tranquilidad, seguridad, afecto, satisfacción emocional y por supuesto alimento.

El estrés por separación ya apareció como respuesta adaptativa de su ancestro el lobo y que favorecía el apego de un lobezno hacia su madre loba. Por tanto, se favorecía la protección frente a algunos peligros y finalmente aumentaba la supervivencia de la especie. En el caso del cachorro y la perra, sucede lo mismo de forma natural. Una vez pasado el periodo de “apego necesario”, el cachorro debería ir bajando el umbral de tal necesidad y aumentando por tanto, su tolerancia a la separación.

Si esto no sucede, es cuando comienza a expresarse el trastorno de comportamiento ya que el cachorro/perro mantiene un umbral más bajo de lo normal a la hora de tolerar esa separación.El conocimiento del propietario sobre este tipo de conducta es clave para evitarlo. Decidir adoptar un cachorro implica saber socializarlo correctamente para que pueda desarrollarse sin carencias emocionales, cognitivas y, por tanto, sin trastornos de conducta.